En 1947 se sanciona la Ley 13.010 estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres en la Argentina.
Eva Perón comunica la Ley a las mujeres, las que, en multitud se habían reunido frente al Congreso de la Nación para exigir a los legisladores su aprobación. Las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto y a ser elegidas en las elecciones legislativas de 1951, ocupando más del 30% de los escaños parlamentarios. Se trató de un acontecimiento muy importante para la Región, ya que ningún país de América Latina tenía esa cantidad de legisladoras mujeres.
Fue la victoria de una lucha que materializó el peronismo, pero que el movimiento de mujeres y, especialmente, sufragistas como Julieta Lanteri, Elvira Rawson, Cecilia Grierson y Alicia Moreau, habían iniciado luego de la sanción de la Ley Sáenz Peña (1912) que establecía el voto secreto, obligatorio y “universal” aunque regía sólo para los hombres mayores de 18 años.