Se declaró en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en San Bernardo, Argentina en 1990.
Allí se trató por primera vez el uso del Misoprostol, un fármaco para tratar úlceras gástricas, que también resulta efectivo y seguro para interrumpir embarazos por medios farmacológicos y no quirúrgicos. Tres décadas después, muchos países todavía no cuentan con esta posibilidad lograda en nuestro país el 30 de diciembre de 2021.