La presidenta de Radio y Televisión Argentina (RTA), afirma el papel estratégico de la Televisión Pública en la difusión de la cultura nacional.
Vivimos un tiempo de transformaciones que afectan el modo de ser de la industria audiovisual. Un tiempo que, para quienes formamos parte de los medios públicos, nos interpela y nos insta a convivir con nuevas formas de producción y circulación de contenidos, y con hábitos sociales que ponen a la televisión y la radio en lugares diferentes de aquellos en los que crecieron durante el siglo pasado y parte del actual.
El mundo de la digitalización, el desarrollo de plataformas y redes sociales cambiaron el escenario que las tenía en una centralidad casi indiscutible y propone una interacción en mayores condiciones de igualdad.
Sin embargo, siguen siendo válidos entonces aquellos preceptos sobre los cuales se construyeron los medios públicos, tales como garantizar el acceso a la comunicación de manera abierta, gratuita, libre y en todo el territorio, generar contenidos de calidad, promover la pluralidad y la diversidad cultural y social de un país, dar espacio al entretenimiento, pero fomentar fuertemente la educación, o ser un engranaje en la industria audiovisual local. Creemos que contar con medios públicos fuertes, que cumplan con esas funciones es tan importante para el pueblo como tener escuelas, hospitales o centros culturales.
Una primera constatación de la validez y actualidad de estas consideraciones la tuvimos al encontrarnos con el primer desafío de nuestra gestión; un reto extraordinario como fue la tragedia mundial de la pandemia. Ante las medidas que instrumentó el gobierno argentino –al igual que en muchos otros países–, para proteger la salud de la población, desde Radio y Televisión Argetina, (RTA) nos pusimos a trabajar de inmediato y en 48 horas, nuestras pantallas y radios se convirtieron en aulas para escuchar las voces de maestras y maestros en todo el país. Educar, uno de los elementos esenciales de nuestra razón de ser, se convirtió en un compromiso. Nos enorgullece que nuestra tarea haya servido como referencia para otros países en América Latina.
Creemos que un elemento también significativo en nuestra labor es la de defender los valores democráticos y ciudadanos a la hora de informar. En países como el nuestro, los medios públicos son también un pilar no menor en la industria cultural, produciendo ficción nacional de calidad, con lo que se abren posibilidades para actrices, actores, guionistas, directores y directoras, y todo el mundo del trabajo que se mueve en torno a estas realizaciones. Nuestro aporte también incluye la difusión de contenidos nacionales como el cine, el radioteatro y la música. Creemos que debemos ser un escenario más para que artistas consagrados y emergentes puedan mostrar sus obras.
Creemos que la cooperación es un camino que debemos recorrer para fortalecer los medios públicos, mejorando las condiciones para cumplir con su misión. Por eso, estrechamos lazos en la región y el mundo con el objetivo de producir contenidos en forma conjunta.
En 2020, celebramos los cien años de la radiodifusión argentina y en 2021 fueron los 70 años del nacimiento de nuestro Canal y el origen de la TV del país. Ambos son hitos que nos permiten mantener viva la memoria del lugar de donde venimos. Ese que nos indica que aun en este tiempo en el que todo parece efímero y volátil, no debemos desatender la necesidad de profundizar nuestra inserción nacional y seguir promoviendo la igualdad comunicacional en nuestro territorio para ser, cada vez más, un espacio de expresión de todas las voces del país. El canal de fomento de un intercambio permanente que construya un escenario comunicacional diferente, un puente para la construcción ciudadana.
Rosario Lufrano, presidenta de Radio y Televisión Argentina S.E.