Funcionarias y académicas reivindicaron el rol de la mujer en la función pública

La presidenta de RTA, Rosario Lufrano, la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, la vicerrectora de la UNQ, Alejandra Zinni, y la asesora presidencial ad honorem y directora de la Cátedra Abierta de Género y Sexualidades de esa Universidad, Dora Barrancos, debatieron sobre los logros y asignaturas pendientes alrededor de la participación femenina en los espacios gubernamentales.

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Los avances en la participación femenina en diferentes espacios de gestión en las últimas décadas y los desafíos para derribar los obstáculos, que aún persisten y dificultan alcanzar una paridad real entre varones y mujeres, fueron algunos de los aspectos destacados hoy durante el primer encuentro del Ciclo “Mujeres en la Función Pública”, organizado en conjunto por Radio y Televisión Argentina y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y moderado por María Teresa Lugo, directora del Centro de Políticas Públicas en Educación, Comunicación y Tecnología de la casa de altos estudios.

Ante el disparador inicial con respecto a los obstáculos que debieron sortear cada una de las participantes en la gestión, Rosario Lufrano fue enfática: “el primer obstáculo con que nos enfrentamos es ser mujeres”, y tras recordar que es la primera mujer que preside la empresa estatal RTA, dijo estar “convencida de que los ataques que recibe no sucederían si estuviera conducida por un varón”.

También recordó sus inicios en televisión, tiempos “en los que lo que se buscaba era una mujer que ‘combinara’ con el varón de turno, que fuera más baja, se veía qué color de pelo tenía y si además de todo eso vinculado con la imagen sabías combinar el verbo de la oración en pasado, presente y futuro, eras una especie de descubrimiento muy importante en medios de comunicación absolutamente manejados por varones”.

La titular de RTA destacó que “como mujeres sabemos trabajar en equipo, a diferencia de varones que muchas veces toman decisiones de manera unilateral. Conversamos, decidimos y fijamos objetivos a cumplir para transmitir las políticas públicas que decide un gobierno que administra el Estado”.

“Cuando hay gobiernos que no creen en la movilidad social ascendente y en el acceso a la igualdad de oportunidades, eso dificulta mucho más la posibilidad de que las mujeres lleguen”, reflexionó Silvina Batakis. “Los obstáculos son muchos y creo que todavía vamos a afrontar otros, por ejemplo, en el mundo de la inteligencia artificial, vemos en las carreras una dominancia de varones en los chicos que se inscriben, y esa desigualdad nos está mostrando que habrá obstáculos para la igualdad de oportunidades de las mujeres”, señaló la titular del Banco Nación.

Para Batakis, “la desigualdad de los géneros en una sociedad nos perjudica todos, pero hoy los pibes y las pibas lo tienen mucho más claro y van derribando obstáculos. Las críticas de los medios y en las redes sociales siempre son más virulentas hacia las mujeres, y a nosotras nos exige destinar más energía a tratar de no hacernos carne de ellas”.

A su turno, Dora Barrancos definió a “nuestra condición genérica” como “el primer problema que tenemos”, ya que “los cuadros de dirección son varones y por eso hay una primera cuestión a sortear que es convencerlos que por el hecho de ser mujeres no estamos siempre al borde de un ataque de nervios”.

“Hay una hipótesis, una conjetura, de que una mujer va a estar siempre alterada, como si los varones tuvieran una tranquilidad interna, subjetiva, extraordinaria y no emocional. Por eso una de las cuestiones que menos se perdona es la capacidad determinante en las decisiones, esto de que no es un ni: es un sí o es un no. Y eso cuesta mucho”, enfatizó la asesora presidencial.

“Gestionar es muy difícil porque lo que más desafía no es que el elefante blanco entre y rompa todo, el problema es el hormigueo que todos los días te come el azúcar. Entonces transitar el hormigueo requiere muchísima paciencia, una dosis de trabajo cooperativo, disuadir en los conflictos que aparecen en los contingentes humanos. Creo que hay un adiestramiento muy particular entre las mujeres para lidiar con esas cuestiones, y una capacidad empática para ponernos con más solvencia en el lugar de la otredad”, dijo.

Son embargo, aclaró que “lamentablemente hay muchas mujeres que gestionan con conductas patriarcales, no podemos decir que esto no sea cierto”.

Para Alejandra Zinni, “el mundo académico público no está exento, ya que sólo 20% de las altas autoridades universitarias son mujeres, porque es un sistema profundamente patriarcal que impide desde lo técnico a las mujeres acceder a altos cargos de gestión”, y ejemplificó que para llegar a ellos “hay que llenar determinados casilleros como ser una destacada investigadora, ser profesora asociada o titular y eso demanda un tiempo en la academia que muchas veces no va de la mano de los tiempos que las mujeres necesitamos para alcanzar esas categorías”.

“¿Por qué? Porque estamos abocadas a tareas de cuidado y entonces, cuando se espera que a los 25 años una ya sea profesional, a los 3

2 doctora, a los 35 posdoctorada y recién ahí empezar a ascender en el escalafón académico, esas son las edades más productivas desde la fertilidad. Cuando las tareas de cuidado están tan asociadas a las femineidades, la carrera académica se ve postergada y no hay una norma que contemple esa disparidad en cuanto a los tiempos naturales”, explicó la vicerrectora de la UNQ.

En el debate también se abordó la presencia de situaciones de violencia hacia las mujeres en las instituciones que gestionan. En ese punto, Lufrano reivindicó “la creación de la dirección de Género dentro de RTA, la implementación de protocolos para el abordaje de situaciones de ese tipo, la capacitación de Ley Micaela”, pero enfatizó que existen “grupos de varones muy resistentes a eso cambios, sobre los que trabajamos para informarlos en busca de que abran sus cabezas”.

 “La peor violencia que sufrimos las mujeres es la desigualdad”, aseguró Batakis y consideró que eso se traduce en el desigual acceso de éstas a los puestos laborales en las empresas o las menores retribuciones por iguales tareas: “La desigualdad priva a las mujeres del talento de las mujeres”, indicó.

Al ser consultada acerca sobre si existe una especial caracterización femenina para la gestión, la presidenta del Banco Nación dijo que “somos abiertas a la participación, a garantizar el acceso a oportunidades”, y añadió que “las mujeres somos determinadas y  audaces que tejemos redes con hilos muchas veces invisibles”, expresión que disparó la intervención de Barrancos para señalar que “las mujeres hacemos mallas y redes y los hombres hacen patotas” porque “el patriarcado es de todo, pero además es ilógico e irracional”, por lo que abogó por “más mujeres gestionando”.

“No sé si las mujeres gestionamos diferente, pero me parece que este mundo tiene que ser multidimensional y estas discusiones se pueden dar porque estamos en el marco de un gobierno que constantemente amplía derechos”, aseguró Zinni, quien sumó que bajo “gobiernos de derecha este tipo de discusiones son inviables y sólo son posibles con gobiernos nacionales y populares”.

Para Lufrano, “al igual que en el mundo académico y tecnológico, en el mundo sindical las mujeres brillan por su ausencia”, y criticó fuertemente en el ámbito político lo que denominó “cupo-foto”, es decir, rellenar con figuras femeninas las imágenes de decisores políticos masculinos que las hegemonizan.

Barrancos añadió que “en estos 40 años de democracia las conquistas han tenido luces y sombras, y necesitamos más gobiernos que encarnen la justicia social junto a la justicia de género”.

También recordó que “una de las figuras históricas de la Argentina, Evita, estuvo mucho más cerca de lo que podría haber sido una participación de cuasi identificación con el poder”. Opinó que ese no sería “el caso de Cristina, que tuvo que gobernar en condiciones muy difíciles, por la hostilidad de su condición manifiesta de mujer”, y consideró que alguna vez quizá “no sea tan necesaria nuestra marca de lo femenino y lo masculino, porque entonces habremos construído un mundo paritario”.

La charla de poco más de 50 minutos de extensión se produjo en el marco de la conmemoración de los 40 años ininterrumpidos de vigencia de la Democracia en nuestro país y tuvo lugar en el hall central de Televisión Pública. El próximo encuentro de este ciclo se realizará La segunda jornada se realizará el 14 de junio próximo en la sede de la Universidad Nacional de Quilmes.